Ecologia Integral: abordagens (im)pertinentes - volume 2
Ecología Integral a la luz de la justicia ambiental y la justicia anamnética 119 El llamado del Papa a prestar atención al clamor de la tierra y de los pobres se hace más potente cuando colocamos junto a las víctimas presentes y el deterioro de la naturaleza tanto dolor, muerte y destrucción vividos has- ta la actualidad. Como nos señalaba Reyes Mate, las injusticias del pasado son parte configurante de la realidad actual y, por tanto, la sigue afectando hasta que no se haga justicia verdaderamente restaurativa. Los derechos de las generaciones presentes y futuras están afectados, comprometidos de al- guna manera, por el sufrimiento pasado a causa de las injusticias, en este caso, ambientales que siguen afectando al hoy. Ya D. Pellow (2000) nos recuerda que son muy pocos los teóricos de la justicia ambiental que han tra- bajo este concepto desde la consideración de la injusticia ambiental. El cues- tionamiento de Reyes Mate es mucho más radical porque trae al presente la injusticia ya vivida, pero que sigue activa con su fuerza configurante del hoy. Francisco no se engaña y señala que, “las soluciones técnicas corren el riesgo de atender a síntomas que no responden a las problemáticas pro- fundas”, (LS, 144). Parte de esa problemática profunda es también tanto sufrimiento invisibilizado de tantas víctimas que, como florecillas -en la ex- presión de Hegel- han sido pisoteadas del camino, por la locomotora desa- rrollista del capitalismo extremo. El Papa afirma con claridad que la raíz de la actual crisis ecológica es ontológica relacional, en cuanto afecta la esencia misma del ser humano, su estilo relacional, con los mismos seres humanos entre sí y con el medio ambiente (LS, 139). La ontología que percibe la realidad de modo individualista y colonizador, que se centra en la ganancia y la rentabilidad de la que hemos hablado anteriormente. Una ontología individualista triunfalista y presentista, ignorante de las acciones del pasado y de sus consecuencias para el presente y el futuro de la vida en el planeta. 5. A modo de conclusión Creemos que en esta constitución ontológica relacional se juega en buena medida la respuesta al grave problema ecológico que nos aqueja. Como el mismo Papa señala: “Cada uno de nosotros tiene en sí una identi- dad personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios [...]. La novedad cualitativa que implica el surgimiento de un ser personal dentro del universo material supone una acción directa de Dios, un llamado peculiar a la vida y a la relación de un Tú a otro tú” (LS, 81). Dicho de otra
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