Ecologia Integral: abordagens (im)pertinentes - volume 2

Oscar Martín y Castor Bartolomé Ruíz 118 dramáticamente patente, en sus múltiples rostros y modos de visibilizarse: indígenas, campesinos, minorías raciales, descartables urbanos, obreros, ex- pulsados, refugiados climáticos, inmigrantes, niños, mujeres, etc. Por ello enuncia: Es verdad que debe preocuparnos que otros seres vivos no sean tratados irresponsablemente. Pero especialmente deberían exasperarnos las enor- mes inequidades que existen entre nosotros porque seguimos tolerando que a unos se les considere más dignos que otros (…) algunos se arras- tran en una degradante miseria, sin posibilidades reales de superación, mientras otros ni siquiera saben qué hacer con lo que poseen, ostentan vanidosamente una supuesta superioridad y dejan tras de sí un nivel de desperdicio que sería imposible generalizar sin destrozar el planeta. Seguimos admitiendo en la práctica que unos se sientan más humanos que otros, como si hubieran nacido con mayores derechos (LS, 90). La ecología integral es una contribución a la progresiva ampliación de la comprensión de la justicia ambiental. Ofrece un diálogo honesto, desde un punto de partida compartido por todos los actores: la urgencia de con- templar los riesgos y buscar soluciones duraderas para nuestra casa común. Su perspectiva es muy coincidente con el paradigma de la justicia ambiental en cuanto que contempla el puesto central de los seres humanos y en cuanto al reconocimiento del modelo de crecimiento indefinido, la tecnociencia y su desvinculación con la ética, como gran responsable del grave deterioro ambiental del planeta y, por tanto, de los problemas que aquejan a la hu- manidad. Es, como vimos, lo que Francisco resume en la interconexión del sufrimiento de los pobres y de la Tierra. Su posición se hace cargo de la violencia y del reguero de víctimas que está detrás de la injusticia ambiental. La justicia anamnética, como ya vimos, tiene la característica de hacer presente la injusticia pasada, el sufrimiento de las víctimas, que normalmen- te es ignorado o, en todo caso, se le considera como un mal necesario inevi- table en aras del progreso, como lo pensaba Hegel en su Filosofía de la his- toria al señalar que la humanidad, para avanzar, tiene que pisotear algunas florecillas al borde del camino. Para el filósofo alemán, las víctimas son esas florecillas: el precio inevitable del progreso… (REYES MATE, 2018, p.11). La justicia anamnética aporta nuevos elementos a la justicia ambiental y a la ecología integral al recordarnos la vigencia actual del sufrimiento padecido por las víctimas, como fruto de la destrucción ecológica en la actualidad y en todos los tiempos.

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