Ecologia Integral: abordagens (im)pertinentes - volume 2

Ecología Integral a la luz de la justicia ambiental y la justicia anamnética 113 cuyo objetivo es el control de los procesos naturales y del hombre mismo. Por su misma estructura rompe los límites, pues la técnica sin ética no es más que la vida sin límites. Los límites en el caso del modelo tecno científico tienen que ver con sus dogmas principales: productivismo, consumismo y la satisfacción del deseo. Una de las consecuencias más evidentes es el agota- miento de los recursos y el despojo a que ha sido sometida la Tierra. El Papa es claro en la necesidad de abrir paso a un nuevo paradigma que tome distancia del tecno científico vigente. Para ello, el punto de partida es el cambio de mentalidad personal y social. En este sentido se percibe los im- perativos kantianos como trasfondo. Cada uno de nosotros se debe convertir en legislador universal: que la máxima de nuestra acción pueda ser ley univer- sal. En esta búsqueda de transformación paradigmática también está presente Hans Jonas y sus principios de cuidado con las generaciones futuras. “Obra de tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida humana auténtica en la Tierra”; y también: “Incluye en tu elección presente, como objeto también de tu querer la futura integridad del hombre” (JONAS, 1994, p. 40 citado por PÉREZ, 2016, p. 303). Para la civilización tecno científica imperante la introducción de es- tos principios es muy costoso porque básicamente significa achicamiento, disminución. Significa poner límites a los estándares de vida, especialmente en los países occidentales. Significa coherencia de nuestras acciones con el cuidado del ambiente para la continuidad de la vida humana en la Tierra. El cambio de paradigma implica necesariamente la introducción de límites a las acciones humanas. Los daños producidos al medio ambiente tienen su origen en la negación de absolutos morales. No podemos, por tanto, consumir sin límite si queremos que los efectos de nuestras acciones sean compatibles con la vida humana auténtica. Para Francisco esto significa fundamentalmente dos cosas: límite a nuestro deseo y fin del relativismo práctico. Esto supondría, dicho con otras palabras, el fin del capitalismo neoliberal dado que éste actúa en base al desconocimiento de las consecuencias futuras de las acciones presentes. Una voluntad sana, que es consciente de las consecuencias de sus acciones, controla su deseo y lo limita a las necesidades humanas, que debieran ser las esenciales para una vida humana digna. Por otro lado, es también conscien- te de la necesidad de los límites a su propia libertad porque el atropello a la naturaleza se da donde no hay reconocimiento de una instancia por encima del hombre (BEUCHOT, 2016, p. 183).

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