Ecologia Integral: abordagens (im)pertinentes - volume 2
Oscar Martín y Castor Bartolomé Ruíz 104 Más próximos a nuestra realidad, Acselrad y Herculano definen jus- ticia ambiental como el conjunto de principios que aseguran que ningún grupo de personas, ya sea étnico, racial o de clase padezca desproporcio- nadamente la degradación del espacio colectivo. Y definen la injusticia ambiental como la condición de existencia colectiva propia de sociedades desiguales donde operan mecanismos sociopolíticos que apuntan a la ma- yor carga de daño ambiental propias del desarrollo a grupos sociales de trabajadores, poblaciones de bajos ingresos, grupos raciales discriminados, marginados y poblaciones más vulnerables (ACSELRAD; HERCULA- NO; PADUA, 2004, p. 9-11). En el transcurso de los años justicia ambiental se ha convertido en un importante concepto aglutinante y se ha asumido como elemento movili- zador y como bandera de lucha de diversos sujetos y grupos de base que ha ayudado a revertir su fragmentación y aislamiento. En la actualidad se mani- fiesta de muy distintas maneras frente al proceso de globalización y reestruc- turación productiva, la pérdida de soberanía, el desempleo, la precariedad laboral y debilitamiento del movimiento social: sindicatos, asociaciones de vecinos, colectivos afectados por diversos tipos de riesgos, ambientalistas y científicos, etc. (ACSELRAD; HERCULANO; PADUA, 2004, p. 18). El concepto justicia ambiental también ha recibido muchas críticas, desde diferentes aspectos (ARRIAGA; PARDO, 2011, p. 260-264). Pero justicia ambiental sigue siendo alimentada desde distintas ver- tientes. Así como su conceptualización ha sido enriquecida por reflexión so- ciopolítica, también lo ha sido desde la filosofía. Lo vemos a continuación. B. Algunos aportes de enriquecimiento de la justicia ambiental desde la filosofía Estos últimos 20 años la teoría filosófica ha sugerido nuevos caminos de comprensión de los procesos de justicia e injusticia; han ofrecido un sustrato teórico importante para captar lo que está en juego cuando habla- mos de justicia ambiental. Santos Rammê (2012) presenta una concepción amplia de justicia social, incorporando, además de los intereses humanos de las generaciones presentes en contextos de degradación ambiental, los intereses de las generaciones futuras, de los animales y de la naturaleza. Esto sin desvirtuar el foco central del movimiento por la justicia ambiental, que son las comunidades humanas. Su aporte es una perspectiva tridimensional (intra generacional, inter generacional e inter especies) de la justicia am-
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