Ecologia Integral: abordagens (im)pertinentes - volume 1
Víctor Martin-Fiorino 156 sociedades contemporáneas en las que son tantas “las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos” (LS, 156). En tercer lugar convi- vencia con todos los seres vivos, vivientes humanos y no humanos, desde el principio del “destino común de los bienes de la tierra” (LS, 158) comen- zando por los más vulnerables, Para construir convivencia es necesario cuidar la supervivencia. En el marco de la Encíclica Laudato Si’ y de la Ecología Integral, la supervivencia no es, sin embargo, una meta, sino la plataforma y el resultado de una serie de acciones de cuidado que se constituye en la posibilidad, construida pro- gresiva y colaborativamente, de construir en comunidad una vida de calidad en la Casa Común (Gómez, Rincón & Ibagón, 2016). Este proceso tiene como un referente importante, la noción ética del “hacerse cargo” que se nutre del triple sentido del cuidar: a) cuidado como curar , prestar auxilio, socorrer, es decir la acción inmediata que es el resultado de detenerse y ver al que necesita del cuidado, del auxilio. Ello es válido tanto en el cuidado humano como en el cuidado ambiental; b) cuidado como responsabilizarse, decisivo en las situaciones de cuidado como relación permanente, pues está asociado a un movimiento de avance y no a un efecto de paralización o de huida frente a una amenaza; en el cuidado humano, promueve la reciproci- dad y en el cuidado del ambiente, impulsa la continuidad y la progresividad; c) cuidado como prevenir, incluido en el cuidado como práctica cotidiana y de mucha importancia en los procesos que pueden evitar los efectos del daño ambiental como parte de un cambio de patrones de comportamiento en el ámbito de la cultura ecológica (Alba Martin, 2015). En el ámbito de la Ecología Integral, el cuidado mutuo implica replan- tear la relación de los seres humanos entre sí, fundada principalmente en la solicitud, la solidaridad y la reciprocidad, y la relación de los humanos con los demás seres vivos y con el ambiente, apoyada principalmente en la res- ponsabilidad. Ambos niveles se relacionan con el reconocimiento de la in- terdependencia constructiva, para la cual el bien individual, el bien colectivo y el bien del planeta no sólo no se contraponen, sino que son inseparables y complementarios. A partir del reconocimiento de la interdependencia se deriva una ética de la compasión, como comunión entre los seres vivos que apunta a que todos ellos [humanos y otros seres vivos] “puedan vivir con dignidad, especialmente los más débiles y los más amenazados” (Carrera i Carrera, 2017: p. 22). En el ámbito de la Justicia Socioambiental, la construcción de la vida en condiciones de armonía interhumana y con el ambiente lleva como re-
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