Ecologia Integral: abordagens (im)pertinentes - volume 1

Desafíos de la universidad en el siglo XXI... 115 ambiciones del mercado, son generadores de modelos de desarrollo con es- caso nivel de sostenibilidad en el corto y mediano plazo. A esto se suma la ausencia a servicios básicos, infraestructura y equipamiento urbano de grandes porciones de la población en un contexto de creciente urbanización (Naciones Unidas, 2016). De esta manera la región presenta algunas zonas de crecimiento eco- nómico sin mejoras en la producción ni en la redistribución de bienes y servicios, cargas y beneficios, lo cual genera agudización creciente de la ex- clusión social. Así no se logran garantizar las condiciones para el desarrollo de las capacidades de la población. Junto con ello se verifica una débil institucionalidad democrática a merced de grupos poderosos y corruptos. Los mismos privilegian los inte- reses corporativos sobre el bien común y los intereses públicos, incremen- tando la violencia en la región. Múltiples conflictos interreligiosos e interét- nicos por causas socio-económicas y ambientales resultan así comunes en todo el territorio. Estos procesos no hacen más que agudizar los problemas socio-am- bientales que se padecen, restringiendo derechos y libertades de la po- blación. Mientras tanto, tras largas décadas de intentos, la integración latinoamericana resulta un sueño inconcluso y pendiente. Frente a este panorama, el cumplimiento de la agenda 2030 y otras agendas interna- cionales (Naciones Unidas, 2020) requiere impulsar medidas aceleradas a través de alianzas entre los gobiernos y las diferentes partes interesadas en todos los niveles. Las universidades en América Latina En este contexto, las universidades y centros de educación superior de América Latina y el Caribe constituyen una comunidad académica y cien- tífica de importancia. Ante el reto del desarrollo integral y equitativo que presenta la región, estas instituciones juegan un rol de primer orden a fin de contribuir en la transformación de la sociedad desde la búsqueda de un de- sarrollo humano sostenible. Poseen también una responsabilidad particular en la identificación y priorización de una agenda regional común, que no pierda de vista los planes de desarrollo de cada subregión y país, y que sea capaz de guiar la transformación de las estructuras conceptuales de índole cultural, social, política y económica.